Salimos de casas a las 19:26, con un día de calor...los niños fueron a la piscina por la tarde con su tía, mientras nosotros colocabamos las últimas cosas. Álex no pierde el tiempo y se queda dormido al poco, mientras que Marta aprovecha para jugar con la DS. Nuestro viaje comienza con cierta emoción, dado que hemos decidido bajar por las carreteras portuguesas, pese a que por alguna razón que ni los que están en el peaje entienden nuestro coche el Kia Carnival es una clase 2. Iniciamente esto nos llena de orgullo ya que parece como si quisieran resaltar las cualidades de este medio de transporte, pero no... señores...sólo tiene un valor económico, es una medida recaudatoria y se basa en la regla de la altura. Si el coche a la "altura" de la rueda delantera mide más de 1,10 mtros es clase 2...?¿ Pero resulta que si Vds tiene un Kia Carnival del año 2003 y uno del 2004, el primero es clase 1 y el segundo clase 2. Espero que este razonamiento no tenga nada que ver con la capacidad intelectual de nuestros queridos vecinos (siempre hay excepciones)
Después de valorar la posibilidad de ir directos al camping para llegar el viernes por la noche, pensamos que lo mejor es ir con calma y dormir por el camino.
Salimos con la idea de hacer lo que nos recomendó nuestro amigo Tito, entrar en Portugal y seguir por la A28, hasta Oporto, luego tomar la A29 hasta cerca de Aveiro, para luego seguir por la A1 ya con cabinas de peaje.
Portugal ha establecido una serie de puntos de cobro mediante telepeaje, que consiste en que el coche pasa por unos dispositivos que fotografían el vehículo y que por lo tanto pagas una cantidad por pasar por esa carretera. La polémica es que ese método sólo lee matrículas portuguesas y por lo tanto los extranjeros pasan de pagar. En la Voz de Galicia del 27 de junio del 2011, nos hace una descripción detallada de los métodos de pago y sus importes...también decía que: "Portugal no multa aún a los vehículos gallegos que no pagan en sus autovías"
Por lo tanto entramos en Portugal con un Kia Carnival + Caravana que para nuestros vecinos es un clase 3, lo mismo que un trailer...¡¡¡sin comentario¡¡¡
A parte de lo emocionante del viaje, nada destacable, cuando llevábamos tres horas y antes de Oporto, decidimos cenar, después de que Inma nos fuera dando pequeños aperitivos, para poder retrasar la hora, para ello buscamos una área de servicio decente, con un menú de selección, Tortilla española...
Con la barriga llena decidimos continuar la marcha. No teníamos prisa ya que la idea es estar en la puerta del camping a las 8:00 de la mañana que en España son las 9:00. Por lo tanto, circulamos entre 100-105 km por hora, lo mínimo para adelantar camiones y casi como los autobuses express. A esa velocidad el coche va de maravilla, pero también se hace mucho más aburrido. Pese a ser el día 1 de julio nos encontramos con poco tráfico.
Sobre la 1:50 decidimos parar para dormir un rato...bueno 5 horas¡¡¡
¡¡¡qué bien se duerme en la caravana¡¡¡
Estamos cerca de Leiría, hay una niebla espesa y hace frio. Los niños vuelven a dormirse con el calorcito del coche y ese agradable balanceo. A la altura de Fátima, como si fuera un milagro, despejó de repente y apareció el sol, que durante nuestras vacaciones no nos abandonó en ningún momento.
Entrar en Lisboa, pese a lo que pueda parecer fue realmente fácil, nuestra dirección era Monsanto o parque Forestal de Monsanto, situado en la sierra de Monsanto, en el ayuntamiento de Lisboa. Tiene una área de 1000 hectareas de zona verde, cerca del 10% del lo que ocupa Lisboa.
Por lo tanto es el principal pulmón de la capital portuguesa. El parque incluye equipamientos lúdico que permiten realizar distintas actividades, tales como deportes radicales, caminatas, cualquier actividad al aire libre, teatro, conciertos, ferias, exposiciones, tiene unas vistas únicas sobre la ciudad, ayuntamientos próximos e incluso el estuario del rio Tajo en su encuentro con el océano atlantico.
Al llegar a Monsanto, las indicaciones nos llevaban a la sierra, pero al pregutar las indicaciones que nos dieron fueron tan buenas que llegamos en un periquete. Claro que siguiendo la carretera de circunvalación, hay carteles indicando el camping.
Deciros que la zona donde está es un bosque, pero los accesos parecen los de un polígono industrial, que curiosamente tiene varios centros comerciales muy cerca. Está claro que la presión demográfica aprieta...
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