LISBOA

LISBOA
Torre de Belén

domingo, 14 de agosto de 2011

ÚLTIMOS DÍAS 12 DE JULIO DE 2011


Nos levantamos temprano, recogemos lo mínimo, ya que estamos a 75 km de Monte Gordo. Vamos por una de las carreteras que el gobierno Portugués tiene en proyecto pagar, pero que curiosamente aún no están habilitadas.
El Camping de Monte Gordo, sigue siendo como siempre. Puede a que se deba a que se tiene un proyecto de trasladarlo de sitio, ya que está pegado a la población y su terreno vale dinerito... Está dentro de una "Mata" que con lo que se saca de su explotación contribuye a pagar el mantenimiento de toda su extensión. Es de titularidad municipal.
Lo que sí, tiene un control estricto, te dan una tarjeta magnética para entrar, tienes que presentar los DNI de todos los usuarios para comprobar nombres y fechas de nacimiento. Pero ahí se acaba la efectividad, ya que por dentro es una pena, baños escasos y con poca calidad, no tiene piscina, su extensión es una trampa, ya que tiene mucha arena y te quedas atrapado a la mínima que te descuides.
Nosotros estábamos cerca de la carretera y pese a tener mover, la zona era un arenal, pero no todo son pero...


¡¡¡TIENE UNA PLAYA IMPRESIONANTE¡¡¡

Pese a que el mar, se va comiendo cada año un poco de arenal, pero su extensión es impresionante, es una delicia pasear por ella. Lo malo es que es raro el día que no hace viento, pero es un mal menor.
Tiene la frontera a 5 km, para comprar gas-oil, tomar tapitas, comprar comida, para ver a ¡¡¡España¡¡¡

Aquí hace calor por lo que las sombras se agradecen y sí sabes escoger aquí hay muchas, pero lo dicho con cuidado ya que sacar la caravana o autocaravana cuesta un dinero, que el camping no te paga...

Nos instalamos, saludamos a los conocidos, ya que hace dos años que no venimos y luego nos fuimos a la playa. Tenemos una hamaca con ruedas que nos sirve de carrito para llevar, la nevera, dos sombrillas, una iglú, paravientos, cubos y palas, toallas y alguna cosa más... los que nos ven dicen si vamos a vender a la feria, pero chicos "ande yo caliente, ríase la gente" se lleva mucho y no te enteras, como siempre, se lo hemos visto a los extranjeros en el sur y nos lo compramos.
Como es tan barato está lleno de portugueses, ya que los foráneos prefieren Albufeira, Quarteira...
Volvimos para cenar una rica barbacoa y pasear por el camping.
Al día siguiente decidimos ir a visitar Ayamonte, para sacar alguna foto y visitar el zoológico, comprar pescadito y hablar un poco de español.

Entre Portugal y España hay un río que se llama Guadiana. Para pasar llevamos el coche hasta Vila Real de Santo Antonio, donde pasamos en Ferry a la ciudad que está al otro lado, que no es otra que Ayamonte.

Visitamos el zoológico, que tiene osos, un león, una leona, un tigre, monos, pájaros, cebras, gacelas y poco más. Lo gracioso es que es gratis, están en buenas condiciones aunque el recinto es bastante pequeño.
Volvimos para preparar las cosas de la playa y a bañarnos, que hace calorcito. Montamos nuestro pequeño poblado, nos dimos una vuelta por el inmenso arenal y nos entretuvimos recogiendo almejitas por la arena, para luego en la cena darnos un festín. Ya no vemos, a los que solían venir a buscar con su arnés y una especie de peine, estas preciadas delicias, puede que se deba a que cada vez son más pequeñas y escasas.
Volvemos para cenar y recoger las cosas, preparar la caravana ya que mañana regresamos para casita, hemos estado de vacaciones doce días, pocos pero intensos, lo mejor es que nos quedan 20 días más.

sábado, 6 de agosto de 2011

DEMÁS DIAS, MARTES 5 DE JULIO DE 2011


QUARTEIRA

Nos levantamos a las 7:45. Como es costumbre desayunamos dentro y recogemos todo para salir a las 9:00. Duchas, aseos y fregar. Conseguimos salir al final a las 9:08. Nuestro destino es Quarteira, por lo que la ruta nos lleva por la A2 Sul. Hoy se espera sol y calor, sobre 28º en el sur. Nos llevó tres horas. En el Peaje de Paderme pagamos por ser nuestro coche clase 2 + cavarava lo que se traduce para mis vecinos portugueses en un clase 3, resultado 42,7 €, un robo¡¡¡ por eso no bajamos por Portugal, prefiero ir por España, al final lejos de ganar algo no ganan nada.

LLegamos al camping, habíamos escogido el que corresponde a la cadena Orbitur, porque, funcionan muy bien y suelen preocuparse por sus instalaciones. Nos es la primera vez venimos a este camping, lo hicimos hace seis años cuando Álex aún no tenía dos años. En mi caso he venido varias veces, y puede que la primera vez que vine fuera hace veintidos años. Dimos una vuelta y encontramos una plaza, cerca de los baños, con sombra. Allí se quedó la caravana. El único problema es la electricidad, ya que la toma resultó estar bastante lejos, y no puede ir en línea recta por lo que menos mal que nosotros llevamos 27 metros de cable, porque de otra manera, tendríamos que cambiarnos de sitio.

Con todo montado, nos fuimos a darnos un baño a la piscina, que es una preciosidad, con tobogán, hamacas, hierba en el suelo y de buen tamaño.

Tiene una piscina para niños pequeños, otra para mayores, cubre 1,30 metros y otra pequeña para el Tobogán. Nos pegamos un buen baño, un poco de sol y a tomar los bocatas a la caravana. La bebida estaba fresca, ya que todo venía dentro y frio de Lisboa.

Por la tarde a la playa que la recordábamos casi sin arena y resulta que ahora está fenomenal. Nos dijo un vecino del camping, que hace dos años, el mar se había llevado toda la arena por culpa de un temporal y se contrató dos barcos holandeses que sacaron la arena de la costa y la dejaron en lo que hoy es la playa de Quarteira.
Y ásí pasamos uno, dos, tres... cinco... y pensar que la idea era sólo estar en este camping para poder ir a los parques acuáticos...¡¡¡



El parque acuático que hemos visitado es Aquashow, grande, bien organizado y que no es la primera vez que lo visitamos. Los niños saben donde están las atraciones que les gusta y tiene mucha zona verde para dejar las cosas. Está muy cerca de Quarteira.

Qué deciros de Quarteira, que tiene restaurantes para todos los bolsillos, mucha animación, muy cerquita del camping y el coche sólo vale para pagar en el camping. La feria la han trasladado fuera del núcleo urbano, lo cual es un error pero, allí supongo tendrán más espacio. Ahora está a más o menos cuatro kilómetros del camping al lado del Día. Es una muy buena feria, grande y con buenos precios.
Después de estar de turismo cultural estos días en Quarteira se han convertido en vacaciones reales, sin hacer nada. Pero tenemos una visita pactada y es ir a ver a los "Bon día" que es un matrimonio de edad, que conocen a los niños desde pequeños y que les remiten siempre regalos en su cumpleaños y navidades. Por lo que mañana nos vamos a Monte Gordo.="d54b8ebce2d30360">

miércoles, 3 de agosto de 2011

CUARTO DIA, LUNES 4 DE JULIO DE 2011


Nos levantamos pronto, desayunamos dentro, hacía fresquito. Este año el tiempo está muy raro, las temperaturas no son las que se corresponden con el mes de julio, pero para nosotros estupendo, pese a que por las mañanas está un poco frio.
Nos preparamos y nos fuimos a la conquista de Lisboa, en el famoso bus 714, que como os comenté sale de la puerta del camping y te deja en la plaza de la Figueira. Hoy nuestro destino es el barrio alto y el "Chiado".

Lo primero era ver como podíamos subir, para lo que pensamos en utilizar un elevador o hacer lo que había leído en internet...más barato (por cierto) utilizar la entrada del metro "Baixa-Chiado", que es una estación doble del Metro de Lisboa, donde se conectan dos líneas: la Línea Azul y la Línea Verde. Está entre las estaciones de Rossio y Cais do Sodré de la Línea Verde. Además, es la estación terminal de la Línea Azul. Aunque los andenes de embarque de las dos líneas se localizan lado a lado, se inauguraron en fechas diferentes; el de la Línea Verde el 25 de abril de 1998 y el de la Línea Azul el 8 de agosto de 1998.

Esta estación, se localiza en la colina do Chiado, bajo la Rua Ivens, entre el Largo da Academia Nacional das Belas Artes y la Rua Garrett y mediante una escalera mecánica que está funcionando siempre, posibilita el acceso a la Baixa Pombalina y al Chiado, y es una de las más concurridas de la red. El proyecto arquitectónico es de la autoría del arquitecto Álvaro Siza Vieira y las intervenciones plásticas del pintor Ângelo de Sousa.

Salimos del metro y allí estaba El Chiado que es uno de los barrios más tradicionales de la ciudad de Lisboa. Se encuentra entre el Bairro Alto y la Baixa. En esta zona se solían reunir los intelectuales portugueses de finales del siglo XIX y principios del XX. En esta zona nació, y actualmente posee una estatua, el poeta portugués Fernando Pessoa, el cual está situado justo delante de "A Brasileira" que se hizo famosa por la venta de "café real de Brasil", un producto mucho menos apreciado o incluso evitado por las amas de casa lisboetas por aquel entonces.

Adriano Telles, fundador da Brasileira do Chiado, había vivido en Brasil e importava o café sem dificuldades, así como otros productos como la guayaba, tapioca, amenaza, té y harina, y una gran selección de vinos y aceites de oliva . Em 1908 hace decide reformar la tienda, para adaptarla a cafetería. Entramos dentro para verla y tiene cosas curiosas como la decoración y existe un kiosko dentro de la cafetería que apenas tiene espacio para estar de pie, sin moverse...

Con la autorización de reunión y asociación proclamadas por la República Portuguesa, em 5 de Outubro de 1910, A Brasileira se convierte en uno de los cafes más concurridos de la ciudad.

Un poco más arriba está el Elevador de Santa Justa, también llamado Elevador do Carmo, es un ascensor que une los barrios de la Baixa Pombalina y el Chiado. Se levanta sobre la calle de Santa Justa y enlaza este céntrico paseo con la Praza do Carmo. Hoy en día a perdido su funcionalidad ya que todo el mundo utiliza las escaleras mecánicas, por las que fuimos nosotros. Es un ascensor que fue diseñado por Raoul Mesnier de Ponsard, que también se responsabilizó, en esta misma ciudad, de la construcción del Elevador do Lavra. No está probada la relación de este ingeniero con el famoso Gustave Eiffel. Sólo se sabe que el ingeniero Raoul Mesnier y el arquitecto francés Louis Reynaud aplicaron en estos elevadores algunas de las técnicas y materiales ya utilizados en Francia.
La construcción del ascensor comenzó en 1900 y finalizó en 1902, siendo inaugurado el 10 de julio. Inicialmente funcionaba con vapor, siendo sustituida la maquinaria original el 6 de noviembre de 1907 por motores eléctricos.

Su altura es de 45 metros. La estructura metálica, enteramente de hierro, fue construida por una empresa con sede en Junqueira. La decoración es de estilo neogótico, con un diseño diferente en cada uno de sus niveles. Los dos ascensores de su interior están revestidos de madera y pueden albergar 24 personas cada uno. Al último nivel se accede a través de una escalera helicoidal que termina en una terraza desde donde se puede admirar una panorámica de la ciudad con el Castillo de San Jorge, la plaza del Rossio y el barrio de la Baixa. Este ascensor es uno de los ejemplos más representativos de este tipo de arquitectura en Portugal.
Al lado justo nos encontramos el Convento de la Orden del Carmen y que se encuentra en una posición privilegiada, al lado del Rossio y con inmejorables vistas al Castillo de San Jorge, al igual que el elevador. Nos llamó la atención que delante de la puerta, en la plaza había un policía, con pocas ganas de informar, aburrido y dedicado a vigilar... supongo que el edificio.

La iglesia del convento, que era la mayor iglesia gótica de la ciudad, quedó en ruinas debido al Terremoto de 1755 y es uno de los principales recuerdos del desastre que asoló la capital portuguesa. Actualmente, en las ruinas se encuentra el Museu Arqueológico do Carmo (Museo arqueológico del Carmen).

Tras una buena vuelta, por el Barrio Alto, decidimos volver por donde venimos y ir directamente a tomarnos un chupito de Grinjinha y comprar un botella para llevar. Está siempre lleno y el dueño es simpático como el culo de un mono, pero ya se sabe que no se puede tener todo...

Por lo que podéis ver nuestro reportaje gráfico es extenso, casi ponemos más fotos que letras, pero una imagen vale más que muchas palabras...Bueno una vez repostado, decidimos hacer una visita el monumento de Camoës, volvimos a ver la Estación do Rocio, con su original puerta y nos fuimos rápidito a coger el travía número 28, para hacer la ruta turística que todo el mundo recomienda.
Antes hicimos un alto en la Iglesia de San Domingos, que creo que fue uno de los monumentos que más no impacto, su contrucción data del siglo XIII, siendo célebre por albergar en su interior parte del pañuelo de la pastorcita Lucia y la tercera parte de un rosario de la pastorcita Jacinta, usados por ellas cuando se dió el milagro del sol, el 13 de mayo de 1917.

Esta Iglesia pertenece al convento del mismo nombre, ubicado en el barrio de Santa Justa de Lisboa. La primera piedra de la iglesia se colocó el 1241, y desde entonces sufrió sucesivas campañas de restauración y ampliación que le alteraron su trazado medieval por completo.
Su estilo arquitectónico es, pues, una mezcla de 2 periodos diferentes e influencias que la moldearon, entre las cuales destacan la de 1748 con la reforma de la capilla mayor por el arquitecto João Frederico Ludovice, el hombre que proyectó la maravilla de Mafra, y posteriormente (tras el terremoto de 1755 que casi la derribó por completo) la obra de reconstrucción de Manuel Caetano de Sousa. La portada fue reaprovechada y provino de la capilla real del Palacio da Ribeira, así como el voladizo que se situa encima de la fachada. En 1959, un violento incendio destruyó por completo la decoración interior de la iglesia, donde constaban altares de talla dorada, imágenes valiosas y pinturas. Se llevaron a cabo continuas obras de reconstrucción y se reabrió al público en 1994, sin esconder las marcas del incendio, como las columnas agrietadas. Aunque destruida, es una iglesia que sobresale por la policromia de sus mármoles. Sobresalen, pues, elementos Manieristas y Barrocos, entre otros menos notorios.
Esta iglesia barroca, de planta de cruz latina, tiene una fachada muy simple y el interior, incluso tras el terremoto y el incendio, evidencia aún gran belleza y eclecticismo. Es una iglesia de una sola nave, majestuosa. La sacristía y el atrio aún muestran un poco de sabor manierista, denotando las diversas campañas de obras de las que fue blanco en su historia. El mismo estilo se puede ver en las tumbas y en los zócalos de azulejos de punta de diamante en la sacristía. Esta iglesia tiene aún una cripta abovedada y revestida con frisos de azulejos, donde está el sepulcro de D. João de Castro, capellán de D. João.

En el Largo de São Domingos hay un muro en el cual está escrito, en 34 idiomas, la expresión “Lisboa, Cidade da Tolerância”. El lugar es un tradicional punto de encuentro de extranjeros, principalmente africanos, en Lisboa. En el lugar también encontramos 2 esculturas, homenajes al catolicismo y al judaísmo. Este último recuerda la Masacre de Lisboa de 1506, en la cual cientos de personas, sospechosas de ser judias, fueron masacradas el 19 de abril de 1506

Con las sorpresa de los visto, decidimos ir a la parada que estaba en la Plaza Martín Moniz, que es la primera del tranvia 28, para coger sitio y poder disfrutar del paseo. El precio tampoco es barato ya que cada uno paga 2,5 euros. Duró casi una hora y te lleva de la baixa hasta la basílica da Estrela, volviendo paralelo al río. Un tremendo paseo, que no nos quisimos perder, aunque como veréis, teníamos pensado una pequeña locura para la tarde, pero eso lo contaremos más tarde.

Vamos pasando por el barrio de Alfama y nos sorprende como puede subir con tanta facilidad este tranvia, a veces parece que se queda, pero no sigue subiendo. Otras veces pasa tan cerca de las casas que parece que se va a quedar encajado...es un autentico expectáculo y vale el dinero que hemos pagado.

Cuando llegamos a la altura de la Basílica da Estrela (en lengua castellana, Basílica de la Estrella) nos bajamos del travía. El origen de la iglesia data de la segunda mitad del siglo XVIII, cuando D. Maria I, hija de D. José I, hizo voto de que construiría una iglesia si tenía un hijo que heredase el trono portugués. Su deseo fue satisfecho y la construcción de la Basílica, se inició en 1779. Aún así, el hijo José murió de varicela dos años antes del fin de su construcción, en 1790.
La enorme iglesia, com una cúpula, situada en una colina en la zona oeste de la ciudad, es una de sus mayores referencias, visible desde casi cualquier punto en la distancia. La Basílica fue construida por arquitectos de la Escuela de Mafra en estilo barroco final y neoclásico. La fachada está enmarcada por dos torres gemelas y decorada con estatuas de santos y figuras alegóricas.

El amplio interior, de mármol gris, rosa y amarillo, iluminado por aperturas en la cúpula, infunde respetuoso temor. Varias pinturas de Pompeo Batoni adornan el interior. La sepultura estilo império, de D. Maria I, que murió en Brasil, está en el transepto derecho. En una sala interior se puede contemplar un extraordinario pesebre de Machado de Castro, formado por más de 500 figuras de corcho y terracota.
Es hora de comer, por lo que nada mejor para comer que el jardín que tenemos enfrente de la iglesia, que además lleva el mismo nombre. Buscamos un sitio fresquito cosa fácil, donde disfrutar del bocata y de la tranquilidad.
Mirando en el mapa, decidimos buscar postre y que mejor delicia que los pastéis de Belén... sí...sobre el mapa calculamos que podíamos tardar una hora y pico...le preguntamos a jardinero del parque y nos dijo que por lo menos una hora y pico y pese a que la gente suele ser reacia a caminar y todo lo hace en coche...¡¡¡acertó¡¡¡
El primer tramo es una cuesta abajo, en busqueda del río Tajo, nosotros no tenemos problema pero Marta y Álex que tienen 9 y 8 años pese a su corta edad, se comportaron como campeones. Fue interesante ver esta parte de Lisboa, con sus barrios y por cierto poco movimiento, por las calles.

En nuestro recorrido nos encontramos una casa muy célebre en Lisboa, el palacio de Belén o el Palacio Cor de Rosa, que allá por el año 1559, el Conde de Aveiras construyó en Belem cuyos jardines tenían hermosas vistas al río Tajo. En el siglo XVIII, el rey João V adquirió este palacio y lo reformó, agregando nuevas salas y pabellones y decorándolo profusamente. Se dice que aquí el rey solía concertar sus encuentros amorosos clandestinos, aunque normalmente la familia real solía utilizarlo como lugar de retiro. Cuando ocurrió el terrible terremoto de 1755, la familia real se encontraba disfrutando de un día de descanso en el palacio de Belem y por ello logró sobrevivir.
El Palacio de Belem es la residencia oficial del presidente desde 1911, luego de la proclamación de la república. Se encuentra frente a la Praça Afonso de Albuquerque, que conmemora al primer virrey portugués de las Indias. En esta sencilla plaza fue erigida una columna neomanuelina en cuyo pedestal hay relieves que relatan la vida del virrey.
Los patios y las numerosas salas del palacio evidencian claramente su pasado de residencia real. Apenas pasada la entrada, se encuentra el Pátio das Equipagens, las antiguas caballerizas donde los invitados dejaban sus carruajes. La entrada principal es precedida por el Patio dos Bichos (patio de los animales), donde se encontraban las jaulas en las cuales se podían admirar antiguamente los animales exóticos traidos de Africa.
Ya en el interior, las hermosas salas dan cuenta de una decoración profusa. Entre las más impactantes se destaca la Sala Dourada, con un impresionante cielorraso pintado del siglo XVIII, donde una figura alegórica central es rodeada por cuatro medallones y adornos tallados en dorado. En una pequeña capilla junto a esta sala fueron bautizados Manuel II y su hermano Luis Felipe.
En la Sala Imperio, decorada con muebles en ese estilo, también llamada Sala Verde se exponían los retratos de los presidentes portugueses antes de ser transferidos al Museo de la Presidencia, instalado actualmente en una de las alas del palacio. La Sala Azul o Sala de los Embajadores también destaca por su hermoso cielorraso y en la actualidad es precisamente el lugar donde se recibe a los representantes del extranjero. Comunicando con esta sala se encuentra el gabinete de trabajo del presidente, que fuera en otros tiempos lujoso dormitorio real. En la sala donde actualmente se reune el Consejo de Estado, la reina María II había arreglado una sala de baile para las reuniones más íntimas de la corte.
Uno de los espacios abiertos al público en el palacio es el Museo de la Presidencia de la República, donde se expone material relacionado con los sucesivos presidentes de Portugal, así como con la historia del Palacio de Belem, el cual sólo puede ser visitado en forma grupal (dirigido especialmente a grupos escolares) y concertando una cita con anterioridad.
Seguimos paralelos al Tajo, hoy hace por cierto bastante calor y se agradece las sombras. Llegamos a nuestra querida pastelería y tras esperar un poco llegó el famoso bus 714 que nos dejó a la puerta del camping.
Toca piscina y solete, tenemos una hora y media antes de que cierre. Los niños ya tienen amiguitos en el camping, son unos vigueses y otros de sevillanos. Estos últimos vienen para estar una semana en Lisboa, les comentamos que tiempo de sobra para conocer la ciudad.
Hoy ya no hace tanto fresquito, cenamos juntos fuera en las mesas de madera que tienen todas las plazas. Toca arroz hecho por Marta y huevos fritos. Bueno también hay media hamburguesa. Estaba todo rico, rico y lo mejor fue fácil.
De postre, tomamos los maravillosos pastéis de Belén, con un chupito de Grinjinha (sólo para los mayores). Nos vamos para cama son ls 11:30, mañana nos vamos de esta maravillosa ciudad, nos ha encantado. Nuestro destino el Algarve...

Todos estamos decididos a volver a Lisboa.

sábado, 30 de julio de 2011

TERCER DÍA DOMINGO 3 DE JULIO DE 2011


Nos levantamos temprano, fui a buscar el pan a ls 8:00, desayunamos dentro porque hacía un poco de fresco. Hoy salimos con el coche, ya que nos dijeron que en la zona de del Monasterio de los Jerónimos se aparca sin problema. Hoy había un festival Panda, que por los niños que había, debía tener mucho éxito en Portugal. Al principio nosotros veímos que todos aparcaban ya, por lo que pensamos que era gente que iba a los Jerónimos, pero no ¡¡¡ era para el Festival...
Tal y como nos dijeron aparcamos sin problema, al lado del Monaterio, entramos por un lateral. Quizás la visita lógica es entrando por la entrada principal, pero ¿por qué hacer lo que hace todo el mundo? Esta puerta, permite entrar en una capilla, dedicada al culto y separada de la visita turística...

El Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belém, se ubica en el barrio de Belém, Lisboa.
Diseñado en estilo manuelino por el arquitecto Juan de Castillo, fue encargado por el rey Manuel I de Portugal para conmemorar el afortunado regreso de la India de Vasco de Gama, se fundó en 1501 en la antigua ermita fundada por el Infante D. Enrique. La primera etapa constructiva de la iglesia nueva comienza en 1514 y fue ampliándose y modificándose hasta el siglo XX. Se financió gracias al 5% de los impuestos obtenidos de las especias orientales, a excepción de los de la pimienta, la canela y el clavo, cuyas rentas iban directamente a la Corona.

Este monasterio fue levantado sobre el enclave de la Ermida do Restelo en lo que fue la playa de Restelo, ermita fundada por Enrique el Navegante, y en la cual, Vasco de Gama y sus hombres pasaron la noche en oración antes de partir hacia la India.

El estilo manuelino se caracteriza por la mezcla de motivos arquitectónicos y decorativos del gótico tardío y del renacimiento. Destacan los portales principal y lateral, el interior de la iglesia y el magnífico claustro. Las capillas de la iglesia fueron remodeladas en puro estilo renacentista en la segunda mitad del siglo XVI y contienen las arcas funerarias de Manuel I y su familia, además de otros reyes de Portugal.

En los Jerónimos se hallan también las tumbas (neomanuelinas) del navegador Vasco da Gama, que al entrar está a la izquierda.

y el poeta Luís de Camões, que está a la derecha. Sobre si es cierto que en esta tumba están los restos de el Cervantes de Portugal, no está nada claro e incluso se llega a afirmar que no son realmente los restos...este gran poeta, falleció en Lisboa en 10 de junio de 1580; tenía 56 años. Un amigo tuvo que pagar la sepultura. Su túmulo, que habría sido colocado cerca del convento de Santa Ana en Lisboa, se perdió en el terremoto de 1755, por lo que se ignora el paradero de sus restos mortales, los cuales no están en ninguno de los dos túmulos oficiales que le están dedicados actualmente - uno en el monasterio de los Jerónimos en Lisboa y otro en el Panteón Nacional..

En una capilla del claustro descansan, desde 1985, los restos del escritor Fernando Pessoa.

En un anexo construido en 1850 se ubica el Museo Nacional de Arqueología, el Museu da Marinha se encuentra en el ala oeste.

En diciembre de 2007 se firmo en este monasterio el Tratado de Lisboa, un acuerdo de la Unión Europea que sustiyute la Constitución Europea y reforma los tratados que estaban vigentes.
Este monasterio, al igual que la cercana Torre de Belém y el Monumento a los Descubrimientos simboliza la Era de las exploraciones portuguesa y se cuenta entre las principales atracciones turísticas de Lisboa.
Pues decidimos ir hacia el monumento a los descubrimientos, pasando por el medio de una pequeña feria de cosas de segunda mano. No hay muchos turistas y lo que sí vemos es gente haciendo deporte, el día está un poco nublado, pero hace calor.
El Monumento a los Descubridores es de construcción relativamente reciente, sólo tiene 51 años, ¿a qué me suena?, es uno de los emblemas de Lisboa. Situado en el hermoso barrio de Belem e inaugurado en el año 1960, el monumento es hoy en día uno de los lugares más elegidos por los guías de turismo para llevar a los curiosos nuevos visitantes a conocer la historia de la ciudad.

Fue inaugurado en la década del 60´ del pasado siglo a raíz de la conmemoración del quinto centenario del fallecimiento del Infante D. Henrique, quien fuera el encargado de organizar y realizar los viajes que ayudaron a dar relevancia y conformación al imperio portugués.

Si te paras frente al monumento tendrás que alzar tu frente ya que posee más de 50 metros de altura. Puestos a deciros que parece, yo os diría que parece un típico barco que se usaba en aquellos tiempos, como una carabela con el escudo del país visible desde todos los ángulos. El personaje de D. Henrique está en la proa sosteniendo una carabela en sus manos.

En los costados del mismo encontraremos representados otros héroes correspondientes a la época de los descubrimientos de la edad imperial.
Sí os apetece podéis entrar y subir por la escalera interior hasta la cima, donde se puede ver una buena vista de lo que es Belén. Además encontraremos un sótano que muchas veces se suele utilizar para realzar exposiciones de arte.
Deciros que los monumentos están cerca pero no juntos, por lo que entre uno y otro tenemos que darnos un paseo, viendo como pasa el rio Tajo.
Toda esta zona, es un gran espacio verde, donde toda la gente aprovecha para hacer lo que más le gusta, unos hacen tai-chi, otros como un señor mayor se dedicaba a controlar un balón, con el pie y no lo hacía nada mal, venta de artículos, había un avión...

Ahora nos dirigimos al emblema de la ciudad de Lisboa, La torre de Belém, es obra de Francisco de Arruda y constituye uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura manuelina. En el pasado sirvió como centro de recaudación de impuestos para poder entrar a la ciudad.

Su construcción fue iniciada en 1514, bajo el reinado de Manuel I de Portugal (1495-1521), teniendo como arquitecto a Francisco de Arruda. Sus obras quedaron a cargo de Diogo Boitaca, que, en la época, también dirigía las ya adelantadas obras del vecino Monasterio de los Jerónimos de Belém. Las obras finalizaron en 1520.
El monumento tiene las influencias islámicas y orientales, que caracterizan el estilo manuelino y marca el fin de la tradición medieval de las torres de homenaje, formando uno de los primeros baluartes para artillería en Portugal.

Parte de su belleza reside en la decoración exterior, adornada con cuerdas esculpidas en piedra, galerías abiertas, torres de vigilancia en estilo mozárabe y almenas en forma de escudos decoradas con esferas armilares, la cruz de la Orden de Cristo y elementos naturalistas, como un rinoceronte, alusivos a los descubrimientos en ultramar. El interior gótico, localizado bajo el piso inferior, sirvió como armería y prisión y es muy austero.
Su estructura se compone de dos elementos principales: la torre y el baluarte. En los ángulos del piso inferior de la torre y del baluarte, sobresalen garitas cilíndricas coronadas por cúpulas con forma de gajos de naranja, ricamente decoradas en cantería de piedra.
La torre cuadrangular, de tradición medieval, se eleva cinco pisos por encima del baluarte, de la forma:
Primer piso - Sala del Gobernador.
Segundo piso - Sala de los Reyes, con techo elíptico y chimenea decorada con semiesferas.
Tercer piso - Sala de Audiencias
Cuarto piso - Capilla
Quinto piso - Terraza de la torre

La nave del baluarte poligonal, ventilada por un pequeño claustro, tiene dieciséis aberturas para cañoneras de tiro rasante. El terraplén, guarnecido por almenas, constituye una segunda línea de fuego, estando localizado en el Santuario de Nuestra Señora del Buen Suceso, patrona del lugar, también conocida como la Virgem do Restelo.
Terminada la visita, vuelta atrás en busca de los famosos pastéis de Belén, son natas, deliciosasssssss, recién hechas y con su azucar y canela saben riiiiiqqqqqquuuuuíííííííííísssssssiiiiimaaaaasssssss....

Los pasteles de Belém (en portugués pastéis de Belém) son una de las especialidades más características de la cocina portuguesa. Genéricamente reciben el nombre de pastéis de nata (pasteles de nata). Son tortitas de crema, de unos 8 centímetros de diámetro, elaboradas según una receta secreta que no ha sido desvelada en casi doscientos años y que, supuestamente, sólo tres personas conocen en el planeta. Tanto la pasta como la crema comienzan a elaborarse a puerta cerrada, en la llamada "oficina del secreto" (oficina do segredo), en un proceso que dura dos días. La pasta es de hojaldre. La crema tiene una base fundamental de yema de huevo, leche y azúcar. Se comen tanto en caliente como en frío.
Se cree que fueron creadas con anterioridad al siglo XVIII por las monjas del convento lisboeta de los Jerónimos, situado en la freguesía de Belém, a las afueras de la capital portuguesa. Como consecuencia de la revolución liberal portuguesa de 1820, en 1834 se cierra el monasterio. El panadero del convento, de pronto en el paro, decide venderle la receta al empresario portugués de origen brasileño, Domingos Rafael Alves.

En un primero momento se pusieron a la venta los pasteles elaborados conforme a la receta del monasterio, en un ingenio de caña de azúcar situado la pocos metros de los Jerónimos. En 1837 se abren unas instalaciones anexas al ingenio que se transforman en la pastelería Casa Pastéis de Belém. Desde entonces, en este local se viene trabajando ininterrumpidamente tanto para la venta como para el consumo allí mismo. Los pasteles se acompañan de azúcar y canela en polvo en unas bolsitas que cada uno echa la cantidad a su gusto. La pastelería sigue siendo propiedad de los descendientes de Alves.

Tanto la receta original como el nombre de pastéis de Belém están registrados. La Casa Pastéis de Belém elabora diariamente unas 10.000 tortitas.
Los pasteles de Belém representaron a Portugal en la iniciativa cultural del Café Europe, desarrollada en el Día de Europa de 2006 durante la presidencia austriaca de la Unión Europea. España estuvo representada por la Tarta de Santiago.
Los pasteles de Belém son muy populares en China, a donde llegaron a través de Macao en los tiempos en los que esta ciudad era una colonia portuguesa. En chino, los pasteles de Belém han sido llamados "dan ta" (蛋挞) que viene a significar algo así como pastel de huevo. Un dato curioso es que empresas como McDonalds incluyeron el "dan ta" dentro de su oferta de postres y esta popularidad ha hecho que empiece a ser posible encontrar los pasteles de Belém en otros países asiaticos como Camboya.
Para la tarde y ya que teníamos el coche, decidimos ir a visitar Sintra, que está muy cerca y para ello nos fuimos dirección Cascais. Carretera buena y que no compensa ir por la autopista, ir por la carretera general, al final por la vía rápida se da más vuelta.
Sintraes una villa portuguesa del Distrito de Lisboa, región de Lisboa y subregión de Grande Lisboa, con cerca de 33.000 habitantes.

Es sede de un municipio con 316,06 km² de área y 363 749 habitantes (2001), subdividido en 20 freguesias. El municipio limita al norte com el municipio de Mafra, al este con Loures, al sureste con Amadora, al sur con Oeiras e Cascais y al oeste con el Océano Atlántico. El municipio (consejo) de Sintra tiene dos ciudades: Agualva-Cacem ,con cerca de 101.000 habitantes, y Queluz, 111.424 habitantes. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995, aunque muchos siglos antes los árabes la eligieron como paraíso en la Tierra, y viajeros como Lord Byron se enamoraron perdidamente de ella.
Pese al tamaño de nuestro coche, fuimos subiendo a nuestra principal visita, que no es otra que el Palacio de Pena. Aparcamos a pie de monumento, hay muchos aparcamientos y están escalonados, compensa aparcar arriba de todo porque al final si aparcas abajo tienes que subir todo, ya que sólo tiene una dirección la carretera, pero lo dicho sitio no falta.

PALACIO DE PENA, El Palacio Nacional de la Pluma (en portugués Palácio Nacional da Pena) fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX y a la vez constituye una de las máximas expresiones del estilo romántico del siglo XIX en Portugal. Se encuentra en la freguesia de São Pedro de Penaferrim en la ciudad de Sintra. El palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
Fue el príncipe Fernando II de Portugal, esposo de la reina María II de Portugal, quien ordenó la construcción del palacio de la Peña en 1836. El príncipe, católico de origen alemán, se enamoró de la zona de Sintra en una excursión que realizó junto a su esposa. En esta excursión, la pareja real pudo contemplar las ruinas de un antiguo monasterio devastado a raíz del terremoto de 1755. El monasterio había sido de los frailes jerónimos y fue construido, originariamente, por el rey Juan II y transformado, de forma substancial, por el rey Manuel I que, cumpliendo una promesa, ordenó la reconstrucción del monasterio en honor de Nossa Senhora da Pena, la Madre de Dios de la Peña (Palácio da Pena quiere decir precisamente «palacio de la Peña», en referencia a su situación sobre un cerro escarpado), y lo donó a la orden de San Jerónimo.

Con el terremoto de 1755, la capital portuguesa y toda el área que la rodea quedó muy malograda. Dentro de esta área se encontraba la zona de Sintra y el mencionado monasterio. Estas ruinas únicamente conservaban intacta la capilla con un magnífico retablo de alabastro atribuido a Nicolás Chanterenne. Fernando de Sajonia (Fernando II) adquirió el monasterio en 1838 y, junto con este, la enorme propiedad de la montaña de Sintra, dentro de la cual se encontraban diversas villas o el llamado Castillo de los Moros (Castelo dos Mouros).

La reconstrucción fue lenta y costosa, pero finalmente se convirtió en un recinto exuberante en el cual se pueden contemplar diferentes estilos que van desde el neogótico hasta al neoislámico, pasando por el neorenacimiento y una visión pseudomanuelina que convierten el espacio en un ambiente claramente exótico. Además, en las vertientes de la montaña se construyó un magnífico parque inglés que, junto con el palacio, se convirtió en un icono de la arquitectura portuguesa.

Pronto se adaptó el palacio como residencia de verano de la familia real. Numerosas colecciones reales se trasladaron al palacio y a la vez se crearon ricos ornamentos, que fueron desde los célebres estucados hasta las paredes pintadas al óleo. Por todo esto, la Unesco declaró Sintra como Patrimonio de la Humanidad.
Por fuera da un poco de pena, tal y como dice su nombre ya que está un poco estropeado, pero por dentro parece que en cualquier momento pueden aparecer sus dueños. Mucha vigilancia en todas las habitaciones, no dejan fotografiar y menos tocar las cosas.
El hambre apretaba y decidimos tomar los bocatas en una de las terrazas. El tiempo variable, corría una brisilla fresquita, que no recuerda las fechas en las que estamos. En una palabra hacía un montón de aire frio, todos nos pusimos las sudaderas.
Cuando acabamos la visita, ya que teníamos el coche en la parte de abajo del palacio, decidimos hacer lo que ya teníamos pensado y que no era otra cosa que cruzar los jardines, impresionantes y super frondosos.

Rodea por completo el Palacio, es un inmenso jardín acorde a su majestuosidad y romanticismo. El rey Fernando hizo traer especies de todos los continentes, aprovechando la bondad del clima de la sierra, y se encargó él mismo de arreglar el parque. Recorrerlo en una sola visita es imposible, puesto que hay alrededor de 72 km. de senderos, en cuyo recorrido aparecen lagos, ejemplares raros y decenas de rincones especiales... La variedad de la flora hace que el jardín ofrezca un espectáculo diferente en cada estación del año.

Enclavada en lo más alto de la sierra sobre un peñasco de granito, la Estatua do Guerreiro parece mirar a lo lejos. Este guardián de bronce posiblemente represente al mismísimo rey que contempla y protege su maravillosa obra.

Cuando llegamos a la parte de abajo, nos montamos en el coche y nos fuimos a tomar un helado a Sintra, que es muy pequeñita y con bastante gente. Al llegar aparcamos con un poco de dificultad en zona azul (hora) pusimos lo mínimo. El helado rico, nos dimos una vuelta y nos marchamos, ahora el tráfico es demencial, hasta un belga se le ocurrió venir de visita con la caravana...¡¡¡¡SUERTE¡¡¡¡
De vuelta paramos en un supermercado Jumbo para comprar cuatro cosas y vuelta al camping. Cenamos todos juntos dentro de la caravana, la noche estaba fresca, hamburguesas completas, natas, bolachas, etc...luego un chupito de postre.
¡¡¡A dormir que ya son las 11:30¡¡¡.
El camping parece cada vez más vacio...