Ya estamos circunvalando la ciudad, como sabéis hemos sacado la ruta por google como siempre, por lo que seguimos las indicaciones, aunque nos llevaban hacia la sierra de Monsanto, cuando lo que queremos es ir al camping.

Son las 9:09 y estamos, en la puerta del camping. Los comentarios en internet, sobre sus intalaciones dicen que son buenas, tiene piscina, es de primera clase y está al lado de la ciudad. Pero es un sitio de paso, por lo tanto la gente no suele quedarse mucho. Presentamos la tarjeta ACSI y nos hicieron un 10% de descuento, pese a que no está en la guía oficial. Nos registramos y pagamos 99,99 euros. Nos dieron unas tarjetas magnéticas que luego de las cuatro sólo tuvimos que devolver una. Hemos pagado tres días. Nos tocó la parcela E42, muy amplia y con mucha sombra.
Nos instalamos y decidimos ir a desayunar a la cafetería. Por 5 € por persona, nos tomamos el pequeno almorzo continental:Zumo, café o chocolate, dos moletes, bollería, fiambre, queso...a reventar...
Al final tomamos todo menos los moletes, que les pusimos el fiambre con queso y ya tenemos seis bocatas para el mediodía.
Nos preparamos y sobre las 11:30 salimos hacia la parada del famoso bus número 714. Pasa cada 20 minutos y la parada está a 100 metros de la puerta del camping.
Sobre las 12:00 llegó un super bus articulado y el paseo es de parque de atraciones, va mangado, por el medio de urbanizaciónes y nosotros que íbamos a tras de todo, verificamos que el estado de los amortiguadores era pésimo. Tardamos 40 minutos en llegar al centro, pero nos dejó al lado de la plaza de la república...más no se puede pedir.
Para hoy tenemos visita al barrio de Alfama, palabraa de origen árabe, es el barrio más antiguo y popular de la ciudad, toma su nombre de un derivado de Alhama que significa “fuente termal” o de Aljama, que en árabe significa población, para ello tomamos el famoso tranvia 28, con la idea de ver a Feira da Ladra, que se llama así ( "mercado de la ladrona" ) porque antiguamente era el lugar donde se comerciaba con objetos robados y bullía el mercado negro. Desde este oscuro origen, hoy Feira da Ladra es el mercadillo más conocido de Lisboa.
Es un mercadillo donde todavía se puede regatear el precio en muchos puestos, y donde muchos particulares sin necesidad de licencia venden directamente las cosas que ya no usan.
Para ir podemos coger el eléctrico 28, que nos deja en la entrada por el Arco de São Vicente.
El mercado Feira da Ladra es de una larga tradición en Lisboa, se realiza desde 1882 y ha pasado por varios sectores de la ciudad para finalmente ubicarse en el Campo de Santa Clara, al lado del popular barrio de Alfama y detrás del Panteón Nacional, a los que pueden llegar en muy pocos minutos caminando, abre todos los martes y sábado desde el amanecer hasta el anochecer ( 9 a 18 )
Como en otros mercados de Portugal, en este hay un poco de todo en este mercado, tesoros para los coleccionistas, pinturas, estampillas, postales antiguas, artículos usados de todo tipo, muebles y juguetes vintage, libros y herramientas. La idea es regatear el precio de todo para conseguir verdaderas gangas.
El nombre de “Feira da Ladra” significa Feria da la ladrona, al parecer porque en siglos pasados era el mercado donde se vendían cosas robados o pertenecientes al mercado negro. Hoy en día es perfectamente legal y las personas que participan necesitan un permiso del Ayuntamiento para vender su mercancía.
Los días que se realiza el mercado son los lunes y los martes, los vendedores están listos desde muy temprano en la mañana , aunque es alrededor de las diez de la mañana cuando hay mayor movimiento y el mercado está abierto hasta las cinco o seis de la tarde aproximadamente que es cuando todo el mundo comienza a recoger sus puestos.
Deciros que para llegar hasta aquí cogimos el travía 28, pero de "borla" (o sea, gratis) entramos con todo el morro y salimos con dos morros y medio. El viaje cuesta 2,5 euros. Como sabéis nos bajamos en la parada que coincidía con el mercado, pero aprovechamos para ver Monasterio de Sao Vicente de Fora, que fue edificado en el siglo XVII. De estilo manierista, cumple las funciones de panteón de los reyes de la Casa de Braganza.


Decidimos no ver el Castillo de San Jorge, que estaba un poco más arriba, en la colina, ya que lo único destacable era la vista de la ciudad y había una dura ascensión.
Recordaros que llegamos hoy y quien mucho abarca poco hace...
De todas forma desde aquí había unas vistas estupendas de Tajo.
Toca ir bajando la calle, en dirección a la Catedral o Zé. En el camino nos encontramos on un árbol que todos fotografiaban y nosotros no íbamos a ser menos...
En la bajada nos tomamos una manzana a la sombra. Hace calor cuando te da el sol y se nota la brisa cuando se cubre.
Llegamos a Santa Maria Maior de Lisboa o Sé de Lisboa es la catedral de Lisboa e iglesia más antigua de la ciudad. Desde el inicio de la construcción en el año 1147, el edificio ha sido modificado en varias ocasiones y ha sobrevivido a varios terremotos. Actualmente es el resultado de una mezcla de distintos estilos arquitectónicos.
Lisboa es sede de una diócesis desde el siglo IV después de Cristo. Después del periodo de dominación visigoda, la ciudad fue conquistada por los musulmanes y se mantuvo bajo control árabe desde el siglo VIII hasta el siglo XII, aunque se permitía a los cristianos vivir en Lisboa y los alrededores.

En 1147, la ciudad fue reconquistada por un ejército de soldados portugueses dirigidos por Afonso Henriques y cruzados del norte europeo que participaban en la Segunda Cruzada. Un cruzado inglés llamado Gilbert of Hastings fue elegido obispo y se construyó una catedral en el lugar en que se encontraba la mezquita principal.
El primer edificio fue construido entre 1147 y las primeras décadas del siglo XIII en estilo Románico tardío. En aquel tiempo, las reliquias de Vicente de Zaragoza (patrón de Lisboa) se llevaron a la catedral desde el sur del país. A finales del siglo XIII, el rey Dionisio I de Portugal construyó un convento gótico y su sucesor, Alfonso IV convirtió la capilla principal en panteón real para él y su familia. En 1498, la reina Leonor fundó la Misericórdia de Lisboa en una de las capillas del convento de la catedral. La Misericórdia es una institución caritativa católica que luego se expandió por otras ciudades y que fue muy importante en Portugal y sus colonias.
Los terremotos siempre han sido un problema para Lisboa y para su catedral. Durante los siglos XIV y XVI hubo varios terremotos, pero el peor de todos fue el Terremoto de Lisboa de 1755, que destruyó la capilla gótica y el panteón real. El convento y varias capillas también se vieron afectadas por el terremoto y por el fuego posterior. La catedral fue reconstruida en parte y, a principios del siglo XX se le dio el aspecto que presenta en la actualidad tras una profunda restauración. En los últimos años, diversas excavaciones han sacado a la luz restos romanos, árabes y medievales en el entorno de la catedral.
En una de las nueve capillas góticas del interior, llaman la atención las curiosas tumbas de un compañero de armas del rey Afonso IV, el caballero Lopo Fernandes Pacheco y de su esposa, con esculturas de ambos personajes sobre los sarcófagos, así como de sus perros... También tienen sepultura allí el rey Afonso IV y Beatriz, su esposa.
Pero sin duda los restos más preciados de la Sé son los de San Vicente, que fueron traidos en 1173 desde el sur de Portugal. La leyenda cuenta que dos cuervos acompañaron todo el tiempo al barco que transportaba el ataúd, y por eso estos pájaros se incorporaron al escudo de Lisboa.
Seguimos bajando con la idea de buscar un sitio con sombra donde tomar el bocata. Acabamos delante de la estación del Rossio, preciosa, que está situada entre la Plaza del Rossio y la Plaza de los Restauradores, el imponente edificio neo-manuelino de la Estación de Trenes del Rossio no pasa en absoluto desapercibido.
En tiempos en que las estaciones de trenes eran consideradas templos de la tecnología, y respondiendo a la creciente necesidad de conectar Lisboa al resto del país y de Europa, la construcción de la estación fue encomendada por la Compañía Ferroviaria Real Portuguesa a finales del siglo XIX.
Proyectada por el arquitecto Luis Monteiro, la estación bien podría parecer un teatro o un extravagante palacio por la profusión de su decoración. Monteiro se inspiró en el romántico estilo manuelino, característico del siglo XVI en Portugal; en la hermosa fachada, que asoma en la esquina noroeste de la Plaza del Rossio, destacan la exhuberante decoración, dos grandes puertas con formas de herradura y la pequeña torre con reloj que remata la parte superior del edificio. En el interior, el impresionante techo de los andenes fue idea de Gustave Eiffel, el creador de la Torre Eiffel, símbolo de Paris. Siempre llama la atención que las plataformas se encuentran unos cuantos metros por encima del nivel de la entrada principal, y es que el edificio fue construido en la ladera de la colina del Bairro Alto.
Edificada entre 1886 y 1887, la estación debió ser renovada para adaptarse a las necesidades modernas pero manteniendo siempre el caracter histórico del singular edificio, que ya formaba parte del paisaje urbano de la ciudad. Las primeras intervenciones importantes datan de 1959-1963, pero sin duda el plan más importante fue el encarado en 1996 por las compañías Terry Farrell (inglesa) e Ideias do Futuro (portuguesa). Los trabajos afectaron también el área circundante y permitieron conectar con la estación de metro de la Plaza de los Restauradores, así como organizar zonas de estacionamiento en torno a la estación y modernizar los accesos para los pasajeros.
Los trenes parten hacia el área suburbana, en especial hacia Sintra y Queluz, dos destinos turísticos imperdibles si tenéis tiempo extra luego de visitar Lisboa.
Luego nos habían comentado que por la zona de la plaza de la Figueira, se tomaba un licor que se llama Ginjinha, o simplemente Ginja, es un licor obtenido de la fermentación de la fruta de las cerezas (nombre científico Prunus cerasus ), similar a la cereza, muy popular en Portugal , sobre todo en Lisboa.
Pero sólo líquido no es bueno por lo que nos fuimos a comprar un pastel, pero no uno cualquiera, ya que fuimos a "Nacional" Pastelería Fundada em 1829 por Baltazar Roiz Castanheiro, pertenece a la misma familia hace ya cinco generaciones y fue premiada en varias exposiciones intenacionales, tanto por su decoración tradicional portuguesa como por las inovaciones creadas a lo largo de su larga historia.
Una de ellas es la receta del "Bolo Rei" (um segredo bem guardado) se dice que el secreto de su preparación fue traído a Portugal por el hijo del fundador a mediados del siglo XIX. A falta de provar las natas de Belén, nos hemos tomado aquí las mejores que habíamos probado hasta la fecha (bueno las de Zé de Guimaraes también están muy bien)
El sol apretaba y los niños más ya que habían visto la piscina del camping y contra eso no hay vacuna...¿cuándo vamos?¿falta mucho para ir a la piscina?¿Ya?...
Para ello nos vamos a la famosa parada del bus 714, que te deja a la puerta del camping. Sale de la Plaza de la Figueira, cada 20 minutos más o menos...
Llegamos al camping a las 5:45, dejar las cosas y a bañarnos...el agua fenomanal, salvo para Inma que para ella estaba un poco fresquita. Luego se medio nubló y Inma se fue a recoger mientras nosotros nos quedamos un poco más. Luego duchas, que tenían buen aspecto. El camping esta semi-vacio, es tan grande que los que estamos somos pocos. Nos tomamos un aperativo, y tiempo libre.
Hoy para cenar no nos hemos complicado, perritos calientes para todos, lavar los dientes y a dormir.
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